Leyenda Guanacasteca: Los duendes…
Existen muchas historias de espanto relacionadas con las pozas y ríos encantados. Así, por ejemplo, sé de la aparición de duendes y mujeres vagas encantadas o encantadoras que se les aparecen a los hombres cuando se encuentran cerca de pozas o en el mar.
Se dice que los duendes son ángeles que cayeron del cielo cuando aquella famosa guerra del arcángel San Miguel contra el hombre ese (Lucifer); y entonces, aparentemente, fueron expulsados del Reino de los Cielos y ellos cayeron aquí, y en el aire quedaron. Otros dicen que son los rayos y los truenos. Los duendes se aparecen en los ríos. Son hombres de pequeña estatura, con barba y visten de colores llamativos. Lo que hacen los duendes es llevarse a cualquiera, lo que les gusta es perder a la gente. En los ríos es donde viven ellos y generalmente aparecen en lugares frecuentados por la gente, por ejemplo, en las pozas. Cuando una persona se acerca y anda sola, podría ser víctima de un duende. Cuando se llevan a los chiquitos, lo hacen solo para perderlos, ellos le toman cariño a la persona.
También los duendes pueden dejar el río y llegar hasta una casa. Cuando llegan a una casa, se encariñan con ese lugar y hacen travesuras. En las casas donde habitan los duendes, pueden aparecer huevos quebrados en las paredes en las casas y trastes rotos. Si los duendes se aquerencian en una casa, eso tiene remedio.
Uno los espanta fácilmente: se consigue una guitarra y la afina, bien bien afinadita. La guitarra afinada la deja sobre una mesa al comenzar la noche. Como los duendes son tan traviesos, es probable que alguno llegue y toque las cuerdas. El sonido emitido por las cuerdas bien afinadas les será repulsivo, dado que se acuerdan de la música celestial. De manera inmediata desaparecerán, huyendo del sitio.